Vestíos de toda la armadura de Dios - Efesios 6:10-24




“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.” Ef. 6:11

 

Introducción

Esta es la sección final de la epístola a los Efesios, en ella el apóstol Pablo hace uso de sus conocimientos en cuanto a la indumentaria de un soldado romano, exhortando a todos los creyentes de la iglesia de Éfeso y sus alrededores a vestirse con toda la armadura de Dios. Y  lo hace por las siguientes razones:

 

1.    La vida Cristiana es una guerra espiritual

 

Nota el lenguaje del apóstol Pablo al iniciar esta sección: “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” Ef.6:10. En la versión N.T.V. dice “Sean fuertes en el señor y en su gran poder”.

 

Pablo hace uso de estas palabras para advertir a toda la iglesia de Éfeso que la vida Cristiana no es color de rosa, sino todo lo contrario; es una guerra espiritual, cuyo enemigo es el diablo. Ef. 6:11-12


Ef. 6:11-12 nos dice claramente que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra el diablo y su ejercito.

- El ataque viene del diablo (nuestro enemigo) Ef.6:11

- Luchamos contra principados (principes), potestades (autoridades), gobernadores y ejercitos espirituales de maldad; responsables de que el mundo este en tinieblas.

 

Muchas personas llegan al cristianismo con la esperanza de que su vida va a cambiar desde el punto de vista económico y social, piensan que el ser Cristiano es una garantía para una vida próspera y libre de problemas, pero no es así.

 

La vida Cristiana es un campo de batalla, no somos turistas que están disfrutando unas vacaciones, sino unos soldados que están en una lucha espiritual.

 

 

2.    Necesitamos toda la armadura de Dios  

 

Así como un soldado romano necesita su armadura para poder sobrevivir en una batalla y defenderse de los ataques del enemigo, el cristiano necesita la armadura de Dios para protegerse de los ataques del diablo. Ef.6:13

 

Por eso el apóstol Pablo usa las piezas de la armadura del soldado romano para explicar cuáles son nuestras armas espirituales:


Armas de defensa

-       - Cinturón de la verdad  “ceñidos vuestros lomos con la verdad” Ef.6:14

El cinturón era la pieza que ajustaba a todas las demás, asegurándose que no hubiera un desequilibrio que pudiera poner en peligro al soldado.

Como cristianos necesitamos llevar una vida íntegra, basada en la verdad y no en la mentira para defendernos de los ataques del diablo.

La mentira es del diablo Gen.3 (así tento a Adán y a Eva)

La verdad es de Dios Jn. 14:6  Jesús dijo  “yo soy la verdad y la vida”  

 

-       - Coraza de justicia “vestidos con la coraza de justicia” Ef. 6:14

El pectoral o la coraza, era para un soldado lo que para nosotros es un chaleco anti balas. Era muy importante porque protegía los órganos vitales como el corazón, el hígado, los riñones y pulmones.

Pablo se refiere a ella para indicar que el cristiano debe llevar una vida apegada a un comportamiento justo y libre de impurezas, que son parte del arsenal del diablo para tentar al creyente.

 Recordamos el caso de Jose, que prefirio salir corriendo sin ropa antes que acostarse con la esposa de potifar. 

Romanos 1:17, nos dice que somos hechos justos (justificados) por medio de la fe en Cristo.

 

 

-       - Calzados del evangelio de la paz “calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.” Ef. 6:15

El calzado del soldado romano estaba diseñado para garantizar la estabilidad y agilidad en cualquier terreno.

Así como el soldado romano tenía estabilidad en el terreno de combate con el calzado y por ello lo necesitaba para avanzar en la lucha; así el cristiano necesita el evangelio de la paz para obtener la tranquilidad y estabilidad en cualquier circunstancia mediante la reconciliación con el padre en Cristo Jesús.

No se refiere a cualquier paz, sino la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.  Fil.4:7

 

-       - Escudo de la fe “tomad el escudo de la fe” Ef.6:16

El escudo romano estaba hecho de madera forrado en cuero y tenía el tamaño de un hombre promedio. Cubría los espacios que por diseño no cubría el resto de la armadura.

La fe es el arma espiritual que nos protege cuando todo lo demás falla. Hebreos 12:2 nos dice que Cristo es el autor y consumador de nuestra fe.

    De manera que es por medio de Cristo que fortalecemos nuestra fe, aún en los peores momentos de incertidumbre. 

 

-       - Casco de la salvación  “tomad el yelmo de la salvación” Ef. 6:17

El yelmo o casco cubría la cabeza y el cuello del soldado. Esta pieza de la armadura era útil porque protegía el cerebro, órgano que alberga los pensamientos, decisiones y emociones.

Así como el casco aseguraba el cerebro del soldado, la salvación es nuestra garantía de que estaremos bien durante la batalla. Es por medio de Cristo que cada creyente tiene asegurada su salvación.

 

 

Arma de ataque

-       La espada del espíritu  “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”  Ef.6:17

La espada usada por los soldados romanos tenía una longitud de medio metro aproximadamente. Era elaborada de doble filo para un uso más eficiente en la batalla.

La espada del creyente es la Biblia, única arma ofensiva y defensiva provista por Dios. Con ella te defiendes pero también atacas, hieres o restauras. Jn1:1 menciona que la palabra es Jesucristo.

 

 

3.    Debemos permanecer alerta en Oración

 

El apóstol Pablo culmina este pasaje del texto, exhortando a todos los creyentes a permanecer en oración los unos por los otros, por sus necesidades y dificultades. Así como por él mismo, “embajador en cadenas” para que predique el evangelio con valentía.

La iglesia tiene el compromiso de predicar el evangelio haciendo discípulos en todas partes, debemos batallar con nuestras armas espirituales y la oración para cumplir la tarea que Dios nos ha encomendado.

Cada pieza de la armadura de Dios descrita por el apóstol pablo representa a Cristo, el creyente necesita de Él en todos los sentidos para sobrevivir y triunfar en la guerra espiritual.

 

 

Salutaciones finales

“La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.” Ef.6:24 






 

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