LOS EFECTOS DE LA CODICIA / NÚMEROS 11:4-6

 




NÚMEROS 11:4-6

Y llamó el nombre de aquel lugar Kibrot-hataava, por cuanto allí sepultaron al pueblo codicioso.Números 11:34

 

 

INTRODUCCIÓN

Según el diccionario popular, la codicia es un deseo exagerado por poseer dinero, riquezas, u otras cosas consideradas buenas. Por otra parte, en Números 11:4 se le menciona como un “vivo deseo”.

Por consiguiente, al hablar del objeto codiciable, este no se limita simplemente al dinero, sino que puede ser cualquier cosa como lo dice el último mandamiento: Éxodo 20:17  “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”

De tal manera, que muchos de nosotros pudimos haber codiciado inconscientemente, al punto de hacerlo parte de nuestro comportamiento; por ejemplo: cuando no tenemos necesidad de nada pero aún así deseamos alguna comida, igual como el pueblo de Israel. De igual forma, puede suceder en la iglesia, cuando deseamos un “cargo” de algún hermano.

Aún así, la codicia es pecado y tiene sus efectos en nuestra vida, por ello; quiero mencionar algunos de ellos según Números 11:4-6

 

TE ENTRISTECE

“y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!” Números 11:4

El pueblo de Israel vivía en el desierto luego que Dios los liberara de la esclavitud en Egipto, Él mismo era quien los cuidaba durante su paso por el desierto pero aún así, el pueblo cayó en la codicia, ellos estaban codiciando la carne y clamaban a Dios por eso, diciendo: ¡Quién nos diera a comer carne!” Números 11:4; al punto de que lloraban por eso.

Según algunos expertos, uno de los efectos de la codicia es la “Insatisfacción Crónica”; que es cuando las personas nunca se sientan realmente satisfechas con lo que tienen, siempre deseando más y más, lo que puede llevar a una sensación crónica de insatisfacción y vacío.

Eclesiastés 5:10  El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.” La codicia es un camino que te lleva a la insatisfacción, a sentirte vacío y triste.

 

DESVÍA TU MIRADA DE DIOS

“Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos;” Números 11:5

La codicia hizo que el pueblo desviara su mirada de Dios y de todo lo que Él había hecho por ellos, para mirar más bien su antigua manera de vivir en Egipto, donde comían una variedad de alimentos pero todas sin exagerar no se comparaban con los cuidados especiales de Dios.  

Ellos prácticamente querían volver atrás a Egipto, que representa en ellos el pecado del cual Dios los liberó. Muchas veces, nosotros somos iguales, deseando regresar a nuestro pasado o algo de él, al punto de pasarnos el tiempo recordándolo.

Agustín Hipona: "La avaricia es una red que atrapa a los hombres y los mantiene alejados de la verdadera riqueza que es Dios."

Hebreos 12:2  “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Nuestra mirada siempre debe estar en Dios.

 

TE HACE UN INGRATO CON DIOS

“y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos.” Números 11:5

La codicia había hecho que el pueblo menospreciara el maná, alimento que Dios les había provisto en el desierto para sostenerlos durante su viaje Éxodo 16:4 “Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo”, al punto de quejarse de él. Nosotros, de igual forma muchas veces por causas de la codicia nos convertimos en ingratos para con Dios

Salmos 103:2-5  “Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca”  

El salmista nos enseña que hay muchas razones para agradecer a Dios y nunca olvidar sus favores. Ser agradecido, significa apreciar cada bendición que Dios nos da.

CONCLUSIÓN

La codicia aunque puede ser muy común entre nosotros es en realidad un pecado que al igual que otros, nos hace infelices, nos aparta de Dios haciendo que no reconozcamos sus bendiciones convirtiéndonos en ingratos delante de Él.

Lucas 12:15  “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.”

 

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