Un liderazgo compartido
Todos entendemos que el pastor es aquella persona que Dios a preparado para liderar, enseñar y cuidar una congregación, pero no es la única persona, también están otros líderes y el resto de los miembros que son de vital importancia dentro del cuerpo de Cristo.
No necesitamos un liderazgo individualista y egoísta que busca su propia gloria y no la de Dios, necesitamos un "liderazgo compartido" que sea capaz de crear un ambiente donde se promueva la participación de los demás miembros y donde se tomen en cuenta sus opiniones.
Quiero mencionar algunos fundamentos para lograr un liderazgo compartido; y para eso leamos Éxodo 18:13-23
"Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?
Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.
Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.
Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.
Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.
Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar."
Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?
Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.
Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.
Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.
Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.
Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.
Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar."
El primer fundamento para lograr un liderazgo compartido es que:
1. Un líder debe entender que no es bueno trabajar solo
Éxodo 18:17-18
"Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo."
"Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.
Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo."
Jetro aconseja a Moisés no trabajar sólo porque esto le traería problemas a él y también a la congregación.
El exceso de trabajo nos afecta la salud, produce estrés, ansiedad y nos quita el sueño. Al trabajar en equipo las cargas se alivian.
Una persona contó su experiencia como promotor de una marca de refresco, su trabajo consistía en visitar los puntos de ventas para actualizar el material publicitario y activar las exhibiciones del producto con la debida ejecución del merchandising.
Por lo general este trabajo debía hacerlo sólo un promotor, movilizandose a pie o en carro por puesto, esto generaba gran agotamiento y pérdida de tiempo para el trabajador.
La situación se tornaba diferente y favorable tanto para la empresa como para los trabajadores cuando el supervisor reunía a todos los promotores responsable de una zona para apoyar la ejecución del trabajo en los puntos de ventas; todos querían esa forma de trabajo porque se distribuían las tareas apenas llegaban al local y además se ahorraban viáticos porque el supervisor poseia carro.
Es mejor cuando se trabaja en equipo, por lo general se ahorra tiempo, esfuerzo y surgen grandes ideas. En la Iglesia hay mucho potencial para ser tomado en cuenta.
2. El líder debe estar dispuesto escuchar a los demás
Éxodo 18:19
"Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios."
"Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios."
Jetro quería ayudar a Moisés dándole un consejo, Moisés tenía que tomarse el tiempo para escucharlo detenidamente y evaluar todo lo que dice su suegro para luego compararlo con la voluntad de Dios.
Muchos de los problemas que sufre un líder es porque no esta dispuesto escuchar, con la excusa de que no tiene tiempo o porque la persona que le habla no es importante según él.
Uno de los fundamentos para lograr un liderazgo efectivo es estar dispuesto a escuchar a otras personas sin subestimar sus opiniones.
3. El líder debe estar dispuesto a enseñar a otros
Éxodo 18:20
"Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer."
"Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer."
El Consejo de Jetro consistía en que Moisés tenía que enseñar a otros para que se encargaran de los asuntos del Pueblo más simples, para así el poder abarcar los asuntos más complicados, disminuyendo su carga de esta manera.
Todo liderazgo debe ir proyectado a enseñar a otras personas, dejando abierta la posibilidad de formar otro líder.
Un joven misionero comentó su experiencia en un campo de trabajo ubicado en la concepción estado Zulia. El debía trabajar con una misionera que tenía mucha más experiencia que él, ella era quien coordinaba las actividades de la obra en ese lugar.
La misionera no le informaba previamente las respodabilidades que el joven debía hacer en cada actividad, esto molestaba al misionero porque no le daba oportunidad de prepararse, él no entendía porque no le avisaban con tiempo; sin embargo obedecía.
Al pasar un tiempo el joven misionero notó que sus habilidades se habian fortalecido y fue cuando entendió que la misionera le había brindado la oportunidad de realizar todos aquellos trabajos aunque el no estiviera preparado para enseñarlo y así desarrollar sus habilidades.
Hoy este joven se ha comprometido aún más con la obra de Dios y reconoce aquel trabajo en la concepción como un proceso necesario de aprendizaje y formación para hacer posible lo que hoy es.
La formación de otro líder es una de las funciones más importante de un liderazgo dentro de la obra del Señor.
4. Todo líder debe encomendar su liderazgo a Dios
Éxodo 18:23
"Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar."
"Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar."
Por último Jetro dice a Moisés que si Dios aprueba su consejo será de bendición para él y para el pueblo.
Como líderes debemos siempre buscar la aprobación de Dios en cada proyecto o actividad de la Iglesia, porque el único dueño de la obra es él y por lo tanto el que merece todo la gloria.
La Iglesia necesita de un liderazgo compartido, donde todos nos involucremos al servicio en la obra de Dios, para su crecimiento y fortalecimiento.
Si tu estas desempeñando un liderazgo en tu Iglesia, encomiendaselo primeramente a Dios, trabaja para agradarlo, y recuerda que como líderes debemos edificar a la Iglesia (personas) en amor.
Quizás no estes en ningún liderazgo de la Iglesia, pero quiero que sepas que eres de vital importancia para todo la Iglesia y tu participación en ella es necesaria. Pídele al Señor que te dirija para empezar a trabajar en la Iglesia según tus dones, conversa con el pastor o con algún líder y comparteles tu inquietud. Dios te bendiga.
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