FIRME EN LA PRUEBA Job 1:20-22
“En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios
despropósito alguno.” Job 1:22
INTRODUCCIÓN
La Historia de Job es una de
las más antiguas de la Biblia, algunos la ubican en los tiempos del Génesis.
Ella nos narra la grandeza de un hombre, Job
1:1-3; que perdió todo cuanto tenía en cuestión de un día. Job 1:14-19.
La mayoría de las personas
responden de forma negativa ante las desgracias y las malas noticias, algunas
buscan culpables para reprocharles todo lo sucedido, y otras culpan a Dios, al
punto de enojarse con Él.
Lo interesante de esta
historia es que Job al momento de recibir las malas noticias, no lo hizo de esa manera; por el contrario él
se mantuvo firme ante la prueba.
Para lograr eso Job hizo 4
cosas importantes al momento de su difícil prueba:
1.
Procesó sanamente su dolor:
“Entonces Job se levantó, y rasgó su
manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,” Job 1:20
Este
versículo nos describe un estado de duelo en Job; muy común en la Biblia, en el
cual una persona anuncia su dolor y tristeza públicamente; puede durar días y
en el caso de personas importantes en la sociedad, semanas.
Según
el texto, Job rasgo su manto o capa,
rasuro su cabeza y se postró en tierra y presumiblemente
también lloró como vemos en otros casos de la Biblia:
-
Abraham lloró por la muerte de Sara. Génesis 23:2
-
Jacob lloró desconsolado cuando le dijeron
que su hijo José había muerto. Génesis
37:35
-
Jesús se estremeció y conmovió por la muerte
de Lázaro al punto que lloró. Juan
11:33;35
El
duelo por la pérdida de un ser querido o por haber recibido una mala noticia es
necesario, está bien llorar, aunque en varias culturas no sea bien visto sobre
todo en los hombres; no se trata de debilidad o derrota, sino más bien es la manera
de procesar un dolor sanamente para poder superarlo posteriormente.
2.
No se apegó a las cosas terrenales:
“y dijo: Desnudo salí del vientre de mi
madre, y desnudo volveré allá.”
Job.
1:21
A pesar
de la abundancia de las posesiones de Job, Job 1:3; el mostró desapego en cada
una de ellas, él entendía que estas cosas no eran realmente suyas, sino más
bien de Dios, quien se las había dado por un tiempo nada más.
Esto
mismo le enseña el apóstol Pablo a Timoteo al decirle: “porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos
sacar.” 1Timoteo 6:7
Por
eso mismo, Jesús llama a un hombre “necio”
en la parábola “del rico insensato” porque pasó toda su vida acumulando sus bienes
pensando que los iba a disfrutar muchos años, pero no fue así, porque en ese
mismo momento murió aquel hombre. Lucas
12:13-21
3.
Aceptó la voluntad de Dios:
“Jehová dio, y Jehová quitó” Job 1:21
Estas
palabras de Job demuestran en él
sumisión a la voluntad de Dios, así como él aceptó todas las cosas que Dios le
dio, ahora también acepta las cosas que le quitó.
La
Biblia nos enseña siempre a buscar y aceptar la voluntad de Dios:
-Jesús
lo dijo cuando nos enseñó el modelo de oración “Hágase tu voluntad” Mateo 6:10
-En
Getsemaní Jesús prefirió la voluntad de Dios antes que la de Él “no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Lucas 22:42
-El
apóstol Pablo aseguró que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta “la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.” Romanos 12:2
Job
comprendía y aceptaba la soberanía de Dios, Él actúa de acuerdo a su voluntad y
muchas veces la ejerce aunque esto nos perjudique, con tal de llevar a cabo su
plan.
4.
Adoró a Dios:
“sea el nombre de Jehová bendito.” Job 1:21
Sorprendentemente
Job en lugar de decir palabras en contra de Dios él decide adorarlo, exaltarlo,
bendecirlo, de hecho se postró en tierra y desde allí adoró a Dios “y se postró en tierra y adoró,” Job 1:20
La
adoración no debería estar implicada a mi estado de ánimo, si me siento feliz
adoro a Dios, si me siento triste no lo hago. La verdadera adoración debe estar
implicada a la identidad de Dios; es decir le adoramos porque Él es Grande,
Poderoso, Santo, Bueno, etc.
Siempre
es un buen momento para adorar a Dios, estamos llamados a adorarlo en
espíritu y en verdad. Juan 4:23-24 es decir, con nuestra vida.
CONCLUSIÓN
Las situaciones difíciles o las pruebas pueden ser perjudicial para nosotros, sobre
todo si no nos refugiamos en Dios, para sobrellevar el momento; necesitamos
vivir sin mucho apego a las cosas temporales de este mundo y aferrarnos cada
día más a Dios, para poder estar firmes.
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