Jesús camina sobre el mar Marcos 6:45-52
Y viéndoles remar con
gran fatiga, porque el viento les era contrario, cerca de la cuarta vigilia de
la noche vino a ellos andando sobre el mar, y quería adelantárseles. Marcos 6:48
INTRODUCCIÓN
Además
del evangelio de Marcos, esta historia está registrada en Mateo 14:22-32; Juan 6:15-21. En ella podemos ver el poder y
autoridad de Jesús sobre los elementos naturales, aún en tiempos de
estancamiento, oposición y falta de fe en nuestra vida; con tal de ayudarnos a
hacer su voluntad.
El
relato viene seguido de la “Alimentación de los cinco mil”, registrada en los
cuatro evangelios; donde Jesús multiplicó 5 panes y dos peces para alimentar a
todos los que estaban escuchando sus enseñanzas. La gente maravillada por el
milagro quisieron hacer rey a Jesús en ese momento, para evitarlo; él los
despide para irse a orar, mientras sus discípulos se dirigen en una barca a
Betsaida. Marcos 6:45-46
LA
INEFICACIA DE LOS DISCÍPULOS
Los
discípulos no habían podido llegar hasta Betsaida, ellos estaban en medio del
mar, y sin haberse desplazado mucho desde el momento que salieron “la
barca estaba en medio del mar” (v.47) Juan 6:19, nos dice que habían
remado veinticinco o treinta estadios, es decir de cinco a seis kilómetros.
Llegó
la cuarta vigilia de la noche (3:00 am a 6:00 am) y aún los discípulos no
habían podido llegar al otro lado (Betsaida) a pesar de que ellos salieron en
la primera vigilia de la noche (6:00 pm a 9:00 pm). Anímicamente estaban fatigados,
cansados e imposibilitados por el viento a seguir adelante “con gran fatiga, porque el
viento les era contrario” (v.48) Mateo 14:24, nos dice que las olas
azotaban la barca y Juan 6:18, menciona
que el mar se levantaba con un gran viento que soplaba.
Las
condiciones naturales y las limitaciones físicas de los discípulos les fueron
de obstáculo para impedir que cumplieran la voluntad de Jesús. Muchas veces
estas mismas condiciones no son obstáculos a nosotros para hacer la voluntad de
Dios.
EL
CONTROL TOTAL DE JESÚS
A
pesar de lo que les estaba ocurriendo a los discípulos, Jesús demostró tener el
control sobre toda la situación.
Mientras
los discípulos estaban en el mar, Jesús estaba en tierra orando por ellos “fue
al monte a orar” (v.46) Él sabía lo que estaban pasando
los discípulos aunque no estuviera con ellos físicamente.
El
les observaba en medio del mar “y viéndoles remar con fatiga” (v.48) cosa
que es interesante porque Juan 6:19;
nos había dicho que los discípulos estaba a unos veinticinco o treinta estadios
de Jesús, lo equivalente a dos veredas
del lago; y sin embargo el Señor les veía.
En
el momento oportuno, Jesús interviene poderosamente caminando sobre el mar “cerca
de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar” (v.48) para ayudar a sus discípulos; mostrando
autoridad aún sobre el mar agitado, pero también amor por ellos.
La
autoridad y control de Jesús están por encima de los elementos naturales y las
debilidades humanas, Él decide de acuerdo a su propósito, cuándo superar las
barreras humanas y cuándo ayudar al necesitado.
EL
TEMOR DE LOS DISCIPULOS
Al
ver los discípulos andar a Jesús en medio del mar y totalmente oscuro, gritaron
y se turbaron porque pensaban quera un fantasma “Viéndoles ellos andar sobre
el mar, pensaron que era un fantasma, y gritaron; porque todos le veían y se
turbaron” (v.49-50) Mateo 14:26 y Juan
6:19, menciona que tuvieron miedo.
Las
fuertes circunstancias que rodeaban a los discípulos hacían que ellos no
pudieran reconocer a Jesús, recordar sus milagros y mantener su confianza en
Él. Muchas veces, también las circunstancias que nos rodean nos hacen olvidar
sus milagros para con nosotros, por eso
dudamos y tememos en determinadas situaciones.
EL
CONSUELO DE JESÚS
En
seguida Jesús les habló a sus discípulos para consolarlos, diciendo: ” ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”
(v.50) Mateo 14:27. Él
llegó a ellos para animarlos, fortalecerlos y llenarlos de valor para continuar
hasta cumplir su voluntad.
Luego, subió a la barca con ellos e inmediatamente
se calmó el viento y ellos se maravillaron por eso. “Y subió a ellos en la barca, y
se calmó el viento; y ellos se maravillaron en gran manera” (v.51) La
presencia física de Jesús trajo la calma que necesitaban los discípulos en ese
momento.
El
mayor consuelo que podemos tener en medio de nuestras dificultades como
cristianos es que Jesús siempre estará para nosotros oportunamente,
consolándonos y trayendo de nuevo la calma a nuestras vidas para ayudarnos a
cumplir su voluntad.
CONCLUSIÓN
Hay
dos cosas que se pueden manifestar cuando intentamos hacer la voluntad de Dios,
primero nuestra ineficacia y segundo nuestro temor; pero por encima de eso hay
dos cosas que se manifiestan también, el control de total de Jesús y su
consuelo para ayudarnos a hacer su voluntad.
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