La Adoración según la Biblia

 

“Dios es Espíritu; y los que le adoran, es necesario que le adoren en

espíritu y en verdad.” Juan 4:24

Introducción

El tema de la adoración está muy relacionado a nosotros no solo en el ambito

religioso sino tambien en el ambito social, sobre todo en estas fechas, donde

creyentes y no creyentes se reunien en la Basilica para rendir “adoración” a la

“Chinita”, en el acto que se conoce como la bajada de la Chinita.

Por otra, muchas personas participan en la conocida feria de la “chinata” donde se

realizas varias actividades que promueven las bebidas alchólicas y las fiestas

desenfredas con la escusa de que se trata de una fecha especial para homenajear

o adorar a la “virgen de la chinita” quienes además relacionan directamente con

Dios.

¿Es esto aprobado como adoración según la Biblia? ¿Qué enseña la Biblia como

adoración?

DEFENICIÓN DE ADORACIÓN

En hebreo la palabra empleada para adoración en el Antiguo Testamento es

“shaja”, que significa adorar, postrarse, bajarse, inclinarse.

La palabra griega en el Nuevo Testamento más usada como adoración es

“Proskuneo”, la cual esta compuesta por “PROS” (hacia) y por KUNEO (besar), es

decir besar hacia; pero su significado comunmente es “postrarse delante” o

“arrodillarse delante”

De manera que la definición de adoración implica una humillación en el que adora

y una exsaltación para el que recibe la adoración.

EL OBJETO DE LA ADORACIÓN

Es decir quién debe recibir la adoración según la Biblia.

Quénes no deben recibir adoración:

Los ídolos: Éxodo 20:3-5 “No tendrás dioses ajenos delante de mí.No te harás

imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la

tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;

porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres

sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.”

Salmos 115:4-8

Los ángeles: Apocalipsis 19:10 “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los

que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son

palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo:

Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el

testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de

la profecía.”

Los hombres: Hechos 10:25-26 “Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y

postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo

mismo también soy hombre.”

Quién sí debe recibir adoración:

Dios: Salmos 96:6 “Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de

Jehová nuestro Hacedor.”

Éxodo 15:2 “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es

mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.”

LA FORMA DE ADORACIÓN

Si bien la adoración es un tema de actitud, donde la persona que adora debe

humillarse para de esta manera poder adorar a Dios, Jesús en Nuevo Testamento

le da un enfoque más profundo:

“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al

Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca

que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es

necesario que adoren.” Juan 4:23-24

Según Jesús la adoración es una acción interna e individual que se debe llevar a

cabo los siete días de la semana y no unicamente los domingos en el templo.

“Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día.” Salmos 71:8

RESULTADO DE LA ADORACIÓN

Conciencia de los atributos de Dios: Cuando adoramos, no estamos haciendo

algo en un vacío; estamos respondiendo a Dios y a todo lo que nos enseña su

palabra sobre Él

Una Vida que agrada a Dios: El obejetivo de la adoración verdadera es agradar y

glorificar a Dios.

Una vida dependiente de Dios: La adoración nos hace reconocer nuetras

limitaciones pero por encima de ellas el inmenso poder de Dios.

CONCLUSIÓN

Dios está buscando adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad. ¿Eres tú

uno de ellos?