La batalla de Abías contra Jeroboam Texto: 2 de Crónicas 13:1-19

 “Y cuando miró Judá, he aquí que tenía batalla por delante y a las espaldas; por lo que clamaron a Jehová, y los sacerdotes tocaron las trompetas.” 2 Cr. 13:14

 

INTRODUCCIÓN  

Este libro es la continuación de la historia narrada en primera de Crónicas, la cual aunque se citan situaciones que se mencionan en los libros de Samuel y Reyes, acá se presentan de manera diferentes; haciendo énfasis en los reyes del reino del sur (Judá).

Este pasaje se enfoca en la batalla del rey Abías; nieto del rey Salomón, contra Jeroboam rey del reino del norte (Israel) y responsable de la división política y religiosa de la nación.

Aunque en nuestro tiempo ya no se presenten las guerras como se llevaban en los tiempos antiguos, sí coincidimos en que muchos de nosotros se ven obligados a batallar en las diversas situaciones en su vida.

Por ello, quiero clasificar la batalla de Abías para conocer los puntos esenciales en su victoria:

 

1. EL TIPO DE BATALLA

 

- Una batalla dispareja ( 2 Cr. 13:3)

Abías había ordenado para la batalla un ejército de cuatrocientos mil  hombres pero Joroboam ordenó uno de ochocientos mil hombres. El ejército de Jeroboam duplicaba en número al ejército de Abías.

 

Esto significa que Abías se encontraba en una batalla donde las posibilidades de ganar eran casi nulas debido a la superioridad de Jeroboam.

 

 

- Una batalla en nombre de Dios (2 Cr. 13:4)

Abías menciona la promesa de Dios a David y su casa acerca de un reino perpetuo, el cual se veía afectado en ese momento bajo el dominio de Jeroboam, quien había dividido el reino de Israel.

 

Por esa razón, el rey Abías había determinando luchar contra Jeroboam hasta vencerlo sin importar las circunstancias.

 

 

2. EL CALOR DE LA BATALLA

 

- Jeroboam prepara una emboscada (2 Cr. 13:13)

Jeroboam era un hombre malo y sin temor de Dios, él hizo caso omiso a las palabras de advertencias de Abías y preparó una trampa.

 

Esta consistía en acorralar a Abías y su ejército de manera sorpresiva hasta matarlos a todos sin piedad.

 

- Abías reconoce su imposibilidad de ganar (2 Cr. 13:14)

Cuando Abías y su ejército vieron la emboscada que les había preparado Jeroboam, se sintieron imposibilitados de ganar, por lo que en pleno campo de batalla decidieron clamar a Dios (Orar) como su última esperanza para poder ganar.

 

 

 

3. LA CLAVE PARA GANAR LA BATALLA

 

- La oración afianzó al ejército de Abías (2 Cr. 13:15)

Luego de clamar a Jehová (orar) todo el ejército gritó con fuerza una y otra vez. Esto era una señal de valentía y determinación de parte de ellos para afrontar la batalla a pesar de la evidente desventaja.

 

- Dios peleó por el ejército de Abías (2 Cr. 13:15)

Luego de la determinación del ejército por afrontar la batalla, el pasaje nos dice que Dios “desbarató” a Jeroboam y a todo su ejército delante de todos los soldados.

 

- Dios dio la victoria (2 Cr.13:16)

“Dios los entregó en sus manos” Dios revirtió la ventaja de Jeroboam sobre Abías e hizo lo imposible, les dio la victoria sobre ellos; al punto de hacerlos huir hasta matarlos.

Murieron unos quinientos mil hombres del ejército de Jeroboam. 2 Cr. 13:17

 

- Abías confió en Dios (2 Cr. 13:18)

Abías siempre mantuvo su confianza en Dios, incluso en el calor de la batalla clamó a Él y esto fue clave para que pudiera derrotar a Jeroboam contra toda estadística en su contra.

 

 

CONCLUSIÓN

 

Todos tenemos una batalla que enfrentar, la victoria de ella dependerá de en quién confiemos.  Cuando Dios pelea por nosotros Él hace lo imposible, posible. Los enemigos  más fuertes que nosotros los humilla, renueva nuestras fuerzas aunque estas se terminen, la victoria más difícil de alcanzar la hace posible